tu suavidad,
el movimiento frágil
de tu ser en el mío;
el cuido y la enseñanza;
la indicación precisa;
los primeros pasos
siguiendo los tuyos.
Que me pongas,
te pido,
en tu tierna energía
transformadora.
Que necesito
tu caricia
para sentirme fuerte.
¿No ves cuántas heridas?
Es mucha la lucha
que tengo por delante
en la vida,
por la vida,
para vivir la vida.