Cuántas veces pisé por este asfalto
inavertida,ausente,
sintiendo unicamente
hirientemente transeúnte.
Cuántas calles de pueblos y ciudades
con paso apresurado,
entre cemento y gente
sin rostros, sin fachadas,
sin acontecimientos.
Cuántas calles pisadas,
pasadas,paseadas,
sin más ojos y oídos
que la desatención
Hasta que un día
se me hizo perceptible
lo invisible
al hermano en esa calle
saliendo por la puerta,
tras aquella ventana,
sentados en la acera
comprando en el mercado,
besándose en el banco
callada en los jardines
Y ví la vida...
entre los hermanos
en esa calle.