La tragedia envolvió a Tomás de forma inisperada, Lucia, David y Irene,habían sido asesinados en la madrugada del lunes,dejando tras de si a un hijo de 14 años y a un marido enfermo con depresión.Apenas supo Tomás que su hermana y sus sobrinos habián muerto y que su cuñado y su sobrino, no aparecían , se desesperó entrando en un estado de tensión y ansiedad, se sintió inseguro, pero apoyado en todo momento por su mujer, que le acompañó sin separarse ni un sólo instante de él.
Una vez que regresaron de la vivienda donde se habían cometido los acontecimientos y reconocer los cadáveres, con los ojos llorosos y desorbitados por el dolor y los nervios a flor de piel, le dijo a su mujer con voz entrecortada:
- Me preocupa mucho lo que dice la policía - que no han encontrado a Juan y a Luís , tendremos
que empezar a buscarlos por nuestra cuenta a familiares y amigos para ver si los han visto. ¿verdad que cuando los encontremos tú me ayudarás a decirle la mala noticia? - han quedado tan sólos y desamparados que eso me pone muy triste ... le dijo a Diana.
- Supongo que cuando les encontremos les diremos que por descontado nos tiene a nosotros y que seremos un apoyo incondicional en todo momento.
- ¿Verdad cariño? -dijo Diana, interrumpiéndole.
- Por supuesto.El sabe que cuenta con nosotros siempre.
Juan, es un hombre muy metido en política y desempeñaba un cargo muy importante en el Gobierno y últimamente estaba pasando un mal momento en cuestiones laborables, llevándole a una depresión muy fuerte,y a Luis le queda muy poquito para acabar el curso y empezar la Universidad es muy fuerte e inteligente.No tendrán problemas en ayudar a su padre, pués siempre han estado muy unidos y tienen muy buena relación entre ellos.
- No comprendo lo que ha podido pasar -¿Se habrá vuelto loco al enterarse de la noticia y ha huído? Dios mío que desespero!! dijo Diana - es tan buena persona,tan amable,dicharechero, de tan buen ver,con esa mirada tan acariciante y su inteligencia y sobre todo los consejos y ayudas que dá a sus compañeros de trabajo y la confianza que ellos depositan en él.
- Y Luis, ¿cómo se parece a su padre?!verdad!tan alto, tan atlético y ese cabello liso y negro,es tan intrépido y osado , pero tan simpático - ésto lo debe llevar la juventud.
- Tomás con el semblante pálido y desencajado por la tensión, - le dice a Diana -dame un gelocatil
por favor,que me duele mucho la cabeza u el corazón parece que se me va a salir del cuerpo.
- Si, - ahora mismo te lo traigo junto a una tila, yo también me lo voy a tomar,- nos irá muy bien para poder descansar un poco y estar preparado para lo que venga.
A las tres de la madrugada, sonó el teléfono.El cansancio y la tensión del día había rendido a la pareja, después de tanto ajetreo y nervios.Tomás más dormido que despierto,levantó el teléfono.
- Si, diga,
- ¿Es Ud.el Sr. Tmás Rodriguez? - Le habla el Sargento de la Policia el agente Pedro Gómez.Le estamos llamando desde la estación de metro del Pº de Gracia...
Tomás pegó un salto de la cama y se levantó de golpe, con la voz temblándole.
- Que pasa!¿que ha sucedido oficial?... La palidez de su rostro asustó a Diana, que con la mirada le hacía señas, para que le explicara lo que pasaba y él con la palma de la mano extendidad le señalaba que se callara y le dejara escuchar.
- Señor. Le ruego que se calme y escuche muy atentamente lo que le voy a decir.- El Señor Juan López, ha sido hallado muerto en la vía del metro de esta estación, se ha suicidado, y el hijo ha sido localizado esquiando en la Molina con unos amigos de la familia. - se encuentra bien.
Co el rostro desencajado y las piernas que no le sostenian dijo : Ya mismo estoy allí sargento.
Tras un breve silencio y explicación,Tomás se vistió rapidamente y se dirigió hasta el lugar de los hechos.
A esas horas de la madrugada a penas había tránsito,pero a pesar de ello, se le hizo interminable el camino,conducía con la mente en blanco, no podía concentrarse , no podía creerselo , y las lágrimas le iban callendo lentamente sobre aquel rostro ya sin vida de la desesperación.
Apenas descendió del vehículo ,se le acercó un hombre, y extendiéndole la mano le dijo:
- Muy buenas noches- con aspecto serio- Soy el Sargento Pedro Gómez de investigaciones- hace un rato hablé por teléfono con Ud.
- Si, le dijjo Tomás... mientras sentía un cálido apretón de mano.Permítame agradecerle todo lo que están haciendo por nosotros .Sargento Gómez.
- Nada que agradecer es nuestra obligación y deber -Señor-.Si, desea pasaré a informarle de lo sucedido.
El Sargento empezó a darle detalles de cómo se había encontrado el cuerpo destrozado de Juan, se había arrojado a la vía del metro una vez cometido los crimenes y que en el bolsillo de la americana encontraron una carta explicando los motivos que le habían impulsado a matar a la mujer y a sus hijos y que dejaba muy claro quién debería ser el tutor del otro hijo.
Tomás incontrolado yá por la tensión los nervios y el llanto se puso a gritar.
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